Parque National Los Glaciares

arcoiris



Memoria del pasado del hombre ;


Las evidencias arqueológicas señalan que los promeros grupos humanos de cazadores recolec-tores que ocuparon estos ambientes, lo hicieron hace más de 9000 años. Alimentándose básicamente de guanacos, empleaban rocas para confeccionar sus armas e instrumentos y apovechaban el refugio que brindan las salientes rocosas o aleros, en muchos de los cuales dejaron la huella de su presencia en forma de pinturas.

Un ejemplo de ello se encuentra en la zona del lago Roca, donde un alero exhibe motivos abstractos como rayas, puntos y líneas curvas, además de figuras que representan hombres y animales.



Los Glaciares, escultores del paiseje ;


Miles de años atrás, gran parte del parque nacional estuvo cubierto por glaciares. En su avance estos ríos de hielo erosionaron y dieron forma al paisaje, excavando en la montaña amplios valles de laderas abruptas.
Al mismo tiempo, como gigantescas topadoras, fueron fragmentando y arrastrando gran cantidad de rocas, que se acumularon en el frente y en los flancos del glaciar, formando montículos denominados morranas. Pero un posterior cambio climático que incluía un aumento en la temperatura, causó la reducción de la superficie ocupada por el hielo, hasta alcanzar su estado actual. Los fondos de los valles fueron ocupados por grandes lagos de aguas lechosas, aspecto otorgado por finas partículas en suspensión; y sus laderas se cubrieron con frondosos bosques.


Ambientes mezclados entre el bosque y la estapa ;

La disminición de las precipitaciones hacia el este del área, genera un cambio en el paosaje. Se desarrolla allí una zona de trasición (ecotono) en las que se encuentran especies típicas del bosque conviviendo con otras características de la estepa. Así, grupos de ñires y lendas se intercalan entre matorrales de calafate y notro con zonas abiertas cubiertas por pastizales cubiertas por pastizales en los que domina el ciorón. Entre estos se desplazan el pequeño zorro gris, zorrinos y el piche patagónico, fácilmente advertibles estos últimos por las remoción del suelo que realizan al excavar sus cuevas.

En el bosque es común la presencia del pitío, un carpintero de mimético plumaje, y una pequeña lechuza, el caburé, cuya voza recuerda un silbido.



En la simpleza de la estapa ;


El más árido de los ambientes del parque es la estapa. En ella la vegetación está compuesta por plantas adaptadas a condiones de escasa humedad y fuertes vientos. Arbustos de pequeño porte, espinosos y de forma globosa, junto con pastos de hojas duras, proveen cierta protección al suelo evitando la erosión, además de servir de alimento para guanacos y al ñandú petiso, también conocido como choique.


El cóndor sobrevuela este ambiente pues en él suele encontrar alimento. Lo mismo ocurre con águilas y otras rapaces como el halconsito colorado y el carancho. Pequeñas lagartijas de escurridizos movimientos y matuastos, se asolean en los roquedales de cañadones y mesetas.


Aún cuando poco frecuentes, los cuerpos de agua son el sitio donde cisnes, flamencos, patos y gallaretas, ponen una nota de color distinta en los pardos paisajes esteparios.