Parque Nacional Los Glaciares

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El parque y Reserva Nacional Los Glaciares ocupa una superficie de 724.000 hectáreas, ubicadas al sudoeste de la provincia de Santa Cruz. El área protegida fue creada en el año 1937, mientras que en el año 1971, mediante la Ley No,19.292, se establecen los límites actuales y la zonificación de parque nacional y reserva nacional. Un reconocimiento a su importancia internacional ocurre en el año 1981, cuando la UNESCO incorpora al parque a la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad.



El Clima y el relieve condiciona la vida ;


El Clima en el área es templado húmedo, sin una estación seca definida. La temperatura media anual es de 7.5 grados, registrándose durante el invierno una media de 0.6 grados, mientras que en el verano es de 13.4 grados. Es notable la disminución de las precipitaciones a medida que nos alejamos de la cordillera. Las variaciones climáticas y el relive son los factores fundamentales que permiten la existencia de ambientes bien diferenciados.


Las frías praderas de altura ;


En las alturas, por sobre los 1100 m.s.n.m., los fuertes vientos, las bajas temperaturas y las nevadas no favorecen el crecimiento de los vegetales. Las pocas y pequeñas plantas que tapizan escasamente el suelo, se encuentran adaptadas para cumplir su ciclo de vida en el corto período de tiempo en que las condiciones climáticas lo permitan. Este ambiente es frecuentado por el huemul, ciervo andino que se alimenta en estas praderas durante los meses del verano, período en el que también es habitual el cóndor y aves granívoras como las agachonas y los yales, además de pequeños roedores.


El bosque, tapiz de la montaña ;


Las laderas y zonas bajan son ocupadas por bosques, cuya composición también y las condiciones climáticas, Sin embargo las especies predominantes pertenecen a un mismo grupo, los Nothofagus, representados en el parque por 3 especies : la lenga, que se encuentra prácticamente en toda el área, el ñire y el coihue o guindo.

Estos bosques son frecuentados por mamíferos difíciles de observar, como el gato montés o el hurón. Tampoco será fácil avistar al huemul, que delata su presencia a través de sus rastros. Otros mamíferos son más visibles, tal el caso del zorro colorado y el puma. Varias aves encuentran comida y abrido en estos bosques. Algunas anuncian su presencia con características voces. Así lo hacen las cotorras australes o cachañas y los pequeños rayaditos, mientras que los carpinteros patagónicos se identifican mediante tamboreos, hechos con el pico, sobre los troncos. En su incesante deambular en busca de semillas, inquietos roedores son presa de sus principales predadores, las lechuzas, entre las que cobresale el ñacurutú.

El singular pato de los torrentes captura sus alimentos buceando en los correntosos cursos de agua, también frecuentados por las remoloneras.

En las praderas, presentes en las pequeñas áreas abiertas, que cuentan con reducidos cuerpos de agua, también habitan bandurrias, cauquenes, distintas especies de patos y un anfibio conocido como "ranita de cuatro ojos".