El primer aniversario del 27-F (4)

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e) Plan de Financiamiento


Tal como se mancionó previamente, las pérdidas totales causadas por la catástrofe se estiman en torno a US$30 mil millones, de los cuales cerca de US$10 mil millones corresponden a infraestructura pública. El plan diseñado por el Ministerio de Hacienda contempló las siguientes fuentes de financiamiento para la emergencia y la reconstrucción:

  • Recuperación del crecimiento económico.
  • Austeridad y reasignaciones presupuestarias por US$730 millones.
  • Ley de Donaciones.
  • Venta de Activos Prescindibles.
  • Emisión de Deuda Interna y Externa,
  • Uso del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) y del Fondo de la Ley del Cobre.
  • Aumento de Impuestos;

" Impuesto de primera categoría a las empresas(alza transitoria)."
" Impuesto específico a la minería(Royalty)."
" Contribución de bienes raíces: sobretasa de 0,25% por 2 años al 5% de viviendas de mayor avalúo fiscal, no afectadas por el terremoto."
" Impuesto al tabaco."

  • Perfeccionamiento del Sistema Tributario (DFL2, Depósitos Convenidos, reducción de la evasión tributaria, otros).

A raíz del terremoto del 27 de febrero, países de todo el mundo expresaron su hermandad y solidaridad con Chile, entregando ayuda técnica y financiera, equipamiento, hospitales de campaña, alimentos, entre otras valiosas contribuciones. Así, durante 2010 nuestro país recibió aportes provenientes de más de 60 países y múltiples organismos internacionales como las ONU, la FAO, la OEA, la OPS, la Unión Europea, entre otras instituciones. Esta ayuda ha sido de gran utilidad -sobre todo en la etapa de emergencia- sin embargo, los aportes monetarios recibidos, del orden de los US$22 millones, representan poco menos del 0,1% del daño que el terremoto y maremoto provocó en nuestro país.




3. Experiencia comparada


A continuación se presentan tablas comparativas que dan cuenta de la vastedad del terremoto del 27 de febrero. Esto se observa al compararlo con terremotos y desastres naturales ocurridos a nivel nacional e internacional. A su vez se analizan los tiempos de construcción en cada una de las catástrofes, advirtiéndose que nuestro proceso de reconstrucción avanza a un ritmo muy superior al qu caracteriza a este tipo de caracteriza a este tipo de catástrofes. En los anexos se encuentra un detalle de las experiencias de reconstrucción tras los terremotos de 1960 y 1985 en Chile, así como las experiencias en Kobe(Japón), Armenia(Colombia) y Luisiana(Huracán Katrina, USA).